10 de septiembre de 2014

¡Oremos sin desanimarnos!

Orar sin obtener respuesta puede llegar a ser desanimánte hasta el punto de desistir seguir haciéndolo.
En muchas ocasiones llegamos a sentirnos frustrados al no ver respuestas o dirección de Dios. Este devocional tiene el mismo propósito por el cual Jesús contó la parábola de la viuda insistente “No desanimarnos en nuestras oraciones”. Lo uno lleva a lo otro, el desanimo detiene nuestras oraciones, pero si leemos el desenlace de la historia veremos tiene cómo propósito revertir la situación e inyectar Fe en nuestras oraciones. Miremos la escritura…

Lucas 18:1-8
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo:«Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó:«Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia. » »
Y el Señor añadió:«Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?

Esta parábola se parece a la del amigo inoportuno (Lucas 11:5-10). No compara a Dios con un juez injusto, sino le contrasta con tal persona. Jesús está diciendo: “Si al fin y al cabo se puede hacer que un juez malo e injusto le haga justicia a una viuda por cansancio, ¡cuánto más Dios, que es un Padre amoroso, les dará a sus hijos lo que necesitan”!

Cuando comenzamos a orar por algo iniciamos animados, con el tanque de Fe cargado, pero en el trayecto podemos ir disminuyendo al no ver respuesta hasta preguntarnos si vale la pena seguir orando.

En mi vida he pasado por esto muchas veces (más cuando no sé esperar), pero miremos a esta viuda, a pesar de no ver respuesta siguió insistiendo, a pesar de saber que estaba frente a una persona mala (lo cual es poco probable que hiciera un acto de caridad) ella siguió pidiendo. No renunció a su petición, no tiró sus anhelos, no se conformó con una respuesta negativa, durante mucho tiempo fue persistente y logró cambiar de parecer a una persona mala.

¿Qué tal nosotros?
Nuestra historia no es así, estamos ante un Dios bueno que nos ama no ante un tirano, estamos frente al Dios todo poderoso el cual desea lo mejor para nosotros, estamos frente a un juez celestial, pero que prefiere que lo llamamos Padre. Estamos ante un Dios que nos ha demostrado muchas veces que le importamos ¿Cómo no seguir orando?

No dejes de orar por tus sueños
No dejes de orar por tu esposo(a)
No dejes de orar por que Dios haga justicia
No dejes de orar por una necesidad en tu vida

Dios dará respuesta a tus oraciones, más temprano que tarde estarás agradeciéndole a Dios por tu oración contestada.

¡Que tengas un gran día!