8 de julio de 2014

Dios como un Padre


En las siguientes reflexiones los invito a que miremos a Dios en su naturaleza de Padre. Me impresiona cómo podemos visualizar a Dios y su semejanza con el corazón cercano de un Padre a un hijo. ¿Te anima? ¡Comencemos!

Mateo 6:9
Ustedes deben orar así:
«Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre


Algo que me llama la atención de esta escritura es la forma en que Jesús enseña a sus discípulos a orarle a Dios. Primeramente los invita a ver a Dios como un Padre. Ver a nuestro señor como Dios es impactante, nos da la impresión de reverencia, de alguien que está por encima de todo y todos. Pero ver a Dios como un Padre nos enseña a ver a Dios no solo como alguien poderoso a quien reverenciar, sino como alguien cercano que está dispuesto a amarnos como un Padre ama a un hijo.

Un Padre educa, guía, provee, suple las necesidades, pero sobretodo un Padre ama. Tengo un hijo de casi dos años, y mi deseo cómo Padre es que la primera reacción que el tenga al pensar en mí es que se sienta seguro de que lo amo. Soy cercano a él y sabe que estoy para él, no somos extraños, no somos distantes, estoy completamente seguro que él ve en mí alguien a quien se puede acercar y abrazar.

Es ese sentimiento el que Jesús quería que los discípulos tuvieran al referirse a Dios. Nuestro señor es un Padre para nosotros, alguien dispuesto a ayudarnos, amarnos, escucharnos y simplemente…estar con nosotros.

Que tengan buen día.